ARMANDO SANTANA

La reciente decisión de Vanesa Frahija de presentar su candidatura a la Secretaría General de CCOO en Canarias es una noticia que merece ser celebrada. Su trayectoria en Lanzarote ha sido un ejemplo de lucha, compromiso y cercanía con la clase trabajadora, logrando posicionar a CCOO en el lugar que merece en la isla. Con su liderazgo, el sindicato no ha sido solo una organización de despacho, sino una verdadera herramienta de transformación social, con presencia activa en la calle y en cada rincón donde ha sido necesario alzar la voz contra los abusos laborales.

Desde el inicio de su gestión en Lanzarote, Frahija ha demostrado que su compromiso con los trabajadores no es una simple declaración de intenciones. Su forma de hacer sindicalismo ha estado marcada por la cercanía con las personas, la escucha activa y la denuncia constante de las injusticias en materia de salarios, horarios y condiciones laborales. Gracias a su labor, muchos jóvenes han encontrado en el sindicalismo una vía para hacer valer sus derechos, algo que es fundamental en un contexto donde la precariedad y la temporalidad afectan especialmente a las nuevas generaciones.

Vanesa ha sido una secretaria de calle, no de despacho. Su capacidad para movilizar y generar conciencia ha sido clave en la consolidación de CCOO en Lanzarote, convirtiéndolo en un referente para la defensa de los trabajadores. Ha sabido involucrar a todos aquellos que han querido sumarse a la lucha sindical, fomentando la participación y logrando que cada evento, cada manifestación y cada acto organizado haya sido un éxito. Su visión y liderazgo han sido fundamentales para fortalecer el tejido sindical en la isla y demostrar que la unión y la acción colectiva son las herramientas más poderosas para lograr cambios reales.

Ahora, con su candidatura a la Secretaría General de CCOO en Canarias, Vanesa Frahija tiene la oportunidad de ampliar su impacto y trasladar su modelo de sindicalismo comprometido a todo el archipiélago. Su experiencia y su forma de trabajar son garantía de que, si alcanza esta responsabilidad, el sindicalismo canario ganará en fuerza, cercanía y eficacia. La defensa de los derechos laborales necesita personas como ella, con convicción y valentía para enfrentar los desafíos que afectan a la clase trabajadora.

El futuro del sindicalismo en Canarias puede verse reforzado con un liderazgo como el de Vanesa Frahija. Su candidatura es una esperanza para quienes creen en la lucha obrera como una herramienta de justicia social y dignidad. Si su labor en Lanzarote ha sido ejemplar, no cabe duda de que su trabajo a nivel regional seguirá siendo una fuente de inspiración y cambio para muchos trabajadores y trabajadoras de Canarias.