Adiós Facebook , adiós X

Las redes sociales nacieron con la promesa de conectar a las personas, de acercarnos a amigos y familiares, recuerdo cuando llegó Facebook a nuestras vidas, nos ofreció la oportunidad de encontrar a compañeros de clase que no veíamos desde hacía muchos años o incluso poder localizar a amigos de la infancia que por diversos motivos dejamos de tener contacto.

Las redes fueron una excelente oportunidad para compartir ideas en un entorno de intercambio y aprendizaje. Sin embargo, con el tiempo, algunas plataformas se han convertido en un campo de batalla donde la crispación absurda y la crítica anónima dominan el discurso. Es por eso que he decidido dar de baja mis cuentas en Facebook y X (antes Twitter). Simplemente, ya no estoy para eso.

Facebook, que en su momento fue una herramienta maravillosa para reencontrarnos con personas del pasado y compartir momentos de la vida cotidiana, se ha convertido en un espacio donde la desinformación, las discusiones interminables y los comentarios tóxicos son el pan de cada día. No importa lo que publiques; siempre habrá alguien dispuesto a j….. el día, muchas veces desde el anonimato y sin ninguna intención de aportar algo positivo.

X, por otro lado, se ha transformado en un vertedero donde la opinión se confunde con el ataque y donde la polarización es la tendencia. Antes un espacio de debate rápido y abierto, ahora parece un terreno minado en el que cualquier comentario puede desatar una tormenta de odio. Y créanme, no tengo interés en ser parte de ese absurdo ruido .

Por eso, he optado por quedarme con plataformas que, al menos en mi experiencia, ofrecen un entorno más relajado y amigable. Instagram me permite compartir momentos visuales sin la necesidad de entrar en debates interminables. TikTok es un espacio de creatividad y entretenimiento, donde el contenido se centra en la diversión más que en la confrontación. YouTube me permite consumir contenido de calidad y aprendizaje sin la presión de la inmediatez. Y WhatsApp sigue siendo la mejor herramienta para la comunicación directa con quienes realmente me importan.

Por supuesto, también tengo mi blog, armandosantana.blog, donde todos los días intento subir una reflexión sobre cualquier tema que surja en el día. Este espacio me permite expresarme con libertad, sin las limitaciones de algoritmos caprichosos ni el constante ruido de la toxicidad digital. Es un lugar donde la reflexión y el debate pueden darse en un entorno más saludable y constructivo.

No trato de huir de nada ni de vivir en una burbuja donde solo se escuche lo que yo quiero. Se trata en que decido elegir en qué espacios me vale la pena invertir energía y tiempo. No tengo interés en sumergirme en una constante espiral de negatividad, y si dar de baja Facebook y X me ayuda a mantener la paz mental, entonces es la mejor decisión que he tomado en mucho tiempo.

Existe un debate cada vez más pronunciado en la calle, las redes sociales deberían estar reguladas, identificando a cada usuario que de forma libre quiera expresar lo que quiera. Las redes sociales deben ser una herramienta para conectar, no para dividir. Y hoy, más que nunca, es importante para mi escoger dónde quiero estar y cómo quiero participar en este mundo digital.

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